En México, a pesar de que toneladas de alimentos aún son perfectamente comestibles, se desechan diariamente. Paralelamente, millones de personas en el país enfrentan inseguridad alimentaria. Alimento Para Todos aborda esta disparidad recolectando alimentos de alta calidad que de otro modo se desperdiciarían y distribuyéndolos a organizaciones que atienden a individuos social y económicamente vulnerables.
Este programa ofrece beneficios a todas las partes involucradas: comerciantes y productores ejercen responsabilidad social, las personas necesitadas reciben alimentos de calidad, y se reduce el desperdicio de alimentos, protegiendo así el medio ambiente y conservando valiosos recursos.
Pese a los desafíos, el equipo de Alimento Para Todos sigue comprometido con la creación de una sociedad más equitativa. La pobreza sigue siendo una realidad para muchos en México, y nuestros beneficiarios incluyen jóvenes, pensionistas, desempleados, personas en situaciones precarias, familias numerosas y monoparentales.
Nuestras operaciones se financian a través de donaciones y no reciben fondos públicos. La mayoría de los alimentos que Alimento Para Todos distribuye son donados, pero debido al aumento en la demanda de asistencia, una porción debe ser comprada para satisfacer las necesidades actuales. Los costos operativos, de transporte y administrativos del programa son cubiertos por donaciones de individuos, empresas y socios del sector privado y social.
