Una de las estrategias clave para satisfacer la creciente demanda de asistencia alimentaria como banco de alimentos es aprovechar los excedentes de alimentos de productores, comercializadoras y minoristas. Los esfuerzos en estas organizaciones por equilibrar la oferta y la demanda de productos perecederos puede resultar en excedentes y, eventualmente, un flujo de desperdicio que buscamos mitigar.
Entendemos que muchos alimentos donados tienen una vida útil corta. Por ello, adoptamos tecnologías de procesamiento innovadoras para construir un sistema alimentario sostenible y resiliente, permitiéndonos transformar y extender la vida útil de los alimentos de alta calidad.
Este programa es un pilar fundamental de nuestras actividades. Transformamos los alimentos donados en productos nuevos con una vida útil extendida, como tortillas, totopos, tostadas, queso y pan molido. Este enfoque nos permite brindar comida de manera constante, minimizando el desperdicio y contribuyendo significativamente a la nutrición de nuestros beneficiarios.
Diariamente, producimos más de 1700 kilos de alimentos, beneficiando a cientos de familias en condiciones de pobreza. En 2022, produjimos 224 toneladas de tortillas, 80 toneladas de totopos y 12 toneladas de pan molido. Este proyecto refleja nuestro compromiso con la innovación, la sostenibilidad y la nutrición, aprovechando cada recurso en nuestra lucha contra el hambre.
