Existen muchas formas de luchar contra el hambre

Durante los últimos 20 años, en México, 3140 kcal de alimentos han estado disponibles por habitante al día (cantidad suficiente para satisfacer las necesidades de consumo energético de toda la población). Sin embargo, de acuerdo con cifras oficiales, 6.4% de la población padece inseguridad alimentaria grave, es decir, 8 millones 189,000 personas. En esta categoría se incluyen situaciones donde las personas pasan varios días sin comer. Esta condición produce desnutrición severa que conduce a diferentes padecimientos que pueden llevar a la muerte.

El problema no tiene que ver con la cantidad de alimentos que están disponibles, sino con la distribución. Durante casi dos siglos, México ha implementado políticas y programas para mejorar el suministro de alimentos, los hábitos alimentarios y el estado nutricional de la población. No obstante, los problemas alimentarios y nutricionales antes mencionados persisten y se ven agravados por nuevos desafíos.

Dado que la seguridad alimentaria abarca diferentes ámbitos: la disponibilidad, el acceso y la utilización de los alimentos; sus estrategias necesariamente deben involucrar a organizaciones gubernamentales, no gubernamentales, de la sociedad civil y del sector privado. En el caso de las Organizaciones de la Sociedad Civil, los bancos de alimentos posibilitan la interacción entre las iniciativas comunitarias, los productores y las empresas del sector alimentario.

Existen muchas maneras de participar en mitigar el hambre así como en la solución de las causas subyacentes. Colaborar con organizaciones como Alimento Para Todos facilita la transformación de nuestro sistema alimentario. Cuando productores y empresas colaboran con nosotros, su impacto llega a más de 40 iniciativas locales que promueven la seguridad alimentaria de los grupos más vulnerables en la Zona Metropolitana del Valle de México.

Algunas formas de sumarse incluyen:

1. Donación de Alimentos

A pesar de contar con suficiente productividad en el sector alimentario, México también es el líder en desperdicio de alimentos en América Latina y se encuentra en los primeros diez lugares a nivel mundial. La alternativa que propone nuestro modelo operativo tiene el potencial de erradicar el hambre a partir del fortalecimiento y optimización de los sistemas logísticos y las cadenas de valor.

2. Asignación de Recursos

Acelerar el crecimiento y la eficiencia de los bancos de alimentos requiere de inversiones con impacto social. Al asignar recursos para proyectos que abordan la inseguridad alimentaria y el desperdicio de alimentos, las empresas demuestran su compromiso para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

3. Voluntariado Corporativo

Algunos estudios sugieren que el voluntariado corporativo resulta en la mejora de la moral entre los empleados y mayor productividad. Nuestras actividades de voluntariado corporativo buscan brindar un sentido de propósito y crear espacios de conexión.

4. Construcción de Capacidades

A partir de alianzas e intercambio de conocimientos ha sido posible optimizar las operaciones de nuestra organización. Además de la formación técnica y profesional, el intercambio de inteligencia comercial y las concesiones de recursos que fortalecen nuestras actividades contribuyen de manera significativa hacia una ciudad sin hambre.

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